Viaje literario: por los paisajes de las novelas

En julio de 2018 la editorial Artámbula organizó un primer viaje literario al Valle de Sabero.

En julio de 2022 realizaremos un segundo viaje. Un viaje literario que abarcará el argumento de las dos novelas, La Caja Roja y Una Madriguera para la Envidia. Y que coincidirá con la presentación de la segunda novela en el Valle de Sabero.

Un viaje que marcará camino y que sin duda da continuidad a otras huellas literarias. Porque hay que recordar que estas no son las primeras novelas ambientadas en el Valle de Sabero. Hay un importante precedente. Y surge una pregunta ¿tanto inspira este lugar, su historia, sus gentes, como para hacer coincidir en el tanta literatura?

 

El Valle inspira

Julio Llamazares ambienta dos de sus novelas en el Valle de Sabero, que seguramente inspira en su literatura otras escenas. Se trata de su novela Luna de Lobos (1987)  y Escenas de cine mudo (1994)  . Es curioso cómo de esta última, en los resúmenes que encontramos en la web, se habla de “una remota aldea minera leonesa”.  Hoy en día no tan remota y tampoco tan aldea, pero con la misma fuerza de cultura y paisaje como para atraer la atención de esa ciencia capaz de abarcarlo todo que es la literatura. 

Merece la pena adentrarse en las novelas recorriendo sus paisajes. Atrae sin duda esa inmersión en la historia leída. Buscar estos “escenarios y paisajes” , un paisaje que a través de la novela “sostiene las huellas del pasado, reconstruye recuerdos, proyecta en la mirada las sombras de otro tiempo“ como el propio Llamazares señala en El Río del Olvido (1990).

Teatralización y turismo literario

Porque ya no nos basta la lectura. Buscamos ver esos personajes, esos paisajes en cine o en series, y no hay más que pensar en tantas y tantas adaptaciones de novelas están siendo verdaderos éxitos para millones de personas. Mientras el acto de leer, de disfrutar leyendo, cae en picado en todos los rankings. No leemos, pero nos siguen gustando las historias. No leemos pero las imágenes de historias que podríamos leer nos atrapan.

Esta necesidad de ver conecta además con la teatralización de espacios. Una experiencia turística que aprovecha fragmentos de literatura para dar argumentos a visitas de edificios o entornos emblemáticos. Un ejemplo es Cuellar y sus visitas teatralizadas con dos argumentos: Cuervos, centrado en el castillo de Alburquerque en 1959) y Los Nadies, con historias populares de 1833 

El viaje literario es otra forma de ver la literatura, la novela especialmente. Retomando las palabras de Julio Llamazares, el paisaje que es observado a través de la novela, adquiere una fuerza que va más allá del propio paisaje. Se idealiza y se convierte en un lugar nuevo, un lugar “de autor” imposible de olvidar fuera de esa narración. Se trata entonces de un “no lugar” o simplemente un “lugar nuevo” una “falsa geografía” transformada desde la mirada de la literatura. Y por todo ello, es imperativo saborearla, conocerla paso a paso a paso, comprobar si la inspiración de la novela coincide con la realidad, si la realidad del lugar coincide con la imaginación de la lectura.

Inspira El Valle

El viaje literario es por tanto un recorrido que busca cerrar el círculo de la inspiración. Y no es algo nuevo. Ya desde finales del siglo XVIII y sobre todo en el XIX, se pusieron de moda los viajes culturales que tenían como disculpa el arte y la literatura: visitar el lugar de inspiración de poemas y novelas; los lugares descritos en ellos; incluso las tumbas de quienes las hicieron posibles.

Todo vale para aquellas personas ávidas de literatura. Conocer la mano que sostiene la pluma, capaz de augurar sus obsesiones, de calmar o enarbolar sus sentimientos. Y verlo, verlo con los propios ojos.

Hoy en día, surge un producto turístico. Somos capaces de convertir prácticamente cualquier cosa en producto turístico. Y esto, dejando de lado la “narrativa” de las series, procedan o no de un proceso literario previo.

Hablamos por tanto de viajes literarios. Dolores Redondo con su trilogía del Valle de Baztán  ; Stieg Larsson y Millenium por las calles de Estocolmo  y tantas y tantas rutas literarias que son visitadas y revisitadas buscando una nueva dimensión de la lectura.

Yo no soy de aquí

Continuamos haciéndonos esta pregunta en un mundo que llamamos global. Necesitamos sentir que pertenecemos a un paisaje. Un paisaje que defendemos incluso en el recuerdo, al que queremos regresar, incluso cuando tras el último suspiro, sabemos que no vamos a ver. Pero que estaremos allí.

Cirilo, cuando está dolido porque talan los bosques, cuando se ve inmerso en ese descalabro industrial que está cambiando su valle, se queja a Esteban uno de los ingenieros, quizás el más sensato.

Cirilo defiendo lo más humano que hay en ese valle: los árboles.

Porque están desapareciendo y sabe que un día, solo podrán recordar cómo eran esos bosques, esas tierras. Y por eso en su queja añade: todos somos un poco árboles.

No quiere perder ese sentimiento de pertenencia, no quiere llegar a olvidar cómo era su valle. Ni que lo olviden otros que llegarán después que él. Y esa es su lucha, imposible, aunque no la abandone.

Y por todo ello, viajamos a esta literatura. Recorremos las novelas. Alimentamos nuevas lecturas. Nosotros tampoco somos de aquí. Somos lo que vivimos. Y por eso os invito a leer y a vivir estas novelas.

La Caja Roja y Una Madriguera para la Envidia acogen historias presentes en los recuerdos de muchas personas. Y abren un lugar en los sueños de futuro de muchas otras que llegarán.

1 comentario en “Viaje literario: por los paisajes de las novelas”

  1. Qué suerte haber disfrutado del increíble viaje literario de este fin de semana! Con mi amiga Charo y un grupo de gente maravillosa, nos hemos sumergido en los paisajes literarios de ‘La caja roja’ y ‘Una madriguera para la envidia’, de mi gran amiga y escritora @eva_ram_reyero.

    De su mano amorosa hemos revivido algunas escenas de la novela conociendo minas, casonas, ferrería, campos, galerías ocultas, carbón y hierro.

    Bellísima la manera de escribir de Eva, con amor al detalle, al rigor histórico y a los buenos ‘guisos’, esos cocinados a fuego lento, al estilo de aquellos escritos por Pérez Galdós. Con la historia de Cirilo entras en un importante momento social y económico en el Valle de Sabero del s. XIX, donde tiene lugar la lucha entre el amor a la tierra, ser vivo y espiritual, que es recíproco hasta que se convierte en una historia de abuso y explotación que devuelve muerte y miseria; y el amor a la materia yerma y sin alma.

    El ‘progreso’ no es siempre lo que parece, lo ‘ancestral’ puede ser lo auténticamente revolucionario… Maneras de ver el mundo, de entender la vida, que se hacen visibles a través de personajes magistralmente construidos.

    Hay muchas maneras de inspirarse, pero la mejor es a través de la obra de otros artistas. Gracias!

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